
Desde los inicios de las observaciones astronómicas el humano ha sentido interés por estudiar los cuerpos que se ven en el cielo nocturno y tratar de descubrir el porqué de ellos. Los planetas forman parte de este grupo de cuerpos celestes de interés. Desde la antigüedad se sabía que la forma de estos puntos en el cielo es aproximadamente redonda y también se sabía que habitamos en uno de estos. Esta información ha permanecido hasta la actualidad, aunque ahora podemos decir que conocemos mejor los procesos físicos y factores que pueden influir en la forma de los planetas.
¿Por qué los planetas son redondos?
La respuesta a esta pregunta es más simple de lo que se piensa, básicamente radica en su formación y la gravedad. La gravedad tira desde el centro hacia los bordes, por eso generalmente un planeta tiene forma de una esfera, que es un círculo tridimensional.
Durante el periodo de su formación, los planetas se componen de material fundido y líquido de muy alta temperatura. Debido a que la gravedad siempre atrae la masa de un cuerpo hacia su centro, entonces el material del que estaba hecho este líquido fue comprimido hasta formar una bola no perfecta con algunas protuberancias. En el momento que los planetas se enfriaron se tornaron sólidos.
Los planetas son redondos porque su campo gravitatorio actúa como si se originara en el centro del cuerpo y atrae todo hacia él. «La gravedad de un planeta tira por igual de todos los lados. La gravedad tira desde el centro hacia los bordes como los radios de una rueda de bicicleta. Esto hace que la forma general de un planeta sea una esfera, que es un círculo tridimensional», explica NASA Science.
¿Son una esfera perfecta?
En nuestro Sistema Solar los planetas lucen bastante bonitos, son una esfera casi perfecta, especialmente Mercurio, Venus y la misma Tierra. De hecho, si lo pusiéramos a escala de una bola de billar, no distinguiríamos imperfecciones. Sin embargo, la respuesta es que los planetas no son esferas perfectas.
Los planetas pueden impactar con otros cuerpos celestes formando cráteres o protuberancias en la forma de su superficie. Además, en vista de que permanecen girando, se producen ciertas protuberancias en sus formas esféricas. Cuando algo gira, como un planeta, las cosas en el borde exterior tienen que moverse más rápido que las cosas en el interior para mantener el ritmo y, como consecuencia se abultan a lo largo del ecuador.
En función de la velocidad de giro del planeta, mientras más rápido, más grande es este abombamiento. Por el contrario, mientras más lento sea un planeta menos irregularidades presentará en su forma. Sin ir muy lejos, Saturno y Júpiter son un poco más gruesos en el centro debido a su velocidad de rotación.
Existen otros objetos mucho más irregulares en el espacio, que son los de menor tamaño. Estos no entran en nuestra plática debido a que están fuera de la categoría de planeta. En 2006 la Unión Astronómica Internacional, para que un planeta se pueda categorizar como tal debe de cumplir ciertas características:
Debe orbitar a una estrella
Debe tener el tamaño suficiente para que su gravedad lo induzca a una forma esférica.
Su tamaño debe de ser el suficiente para que su gravedad elimine cualquier otro cuerpo de tamaño similar al suyo cercano a su órbita con el sol
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